domingo, 14 de febrero de 2010

Mis tonterías y yo.

Sonrisas irónicas.
Comentarios.
Insinuaciones.

Tal vez sí, realmente esté loca.

Pero posiblemente sea bastante más feliz con mi puñado de planes para el futuro que vosotras con vuestros sueños, limitados a desear cosas materiales porque nunca nadie os enseñó a aspirar a más.

Pero no me preocupa, ni me enfada.

Al contrario; me hace más feliz.

Me hace más feliz el simple hecho de saber que en un futuro no muy lejano, seré yo quien se ría de quienes no creyeron en mis tontas ilusiones.

Y entonces, moriré por ver vuestras caras de frustración.

Al menos, sé que tengo mi pequeño montón de verdaderos amigos para aquellos momentos en los que necesito a alguien que me apoye por mucho que parezca que he perdido la cabeza.

Pero gracias... De vez en cuando, todos necesitan que se rían de sus sueños.

A gente cabezota (y a veces un poco orgullosa) como yo nos hace falta que alguien nos diga "ES IMPOSIBLE, DÉJALO YA" para intentar por todos los medios que tengan que tragarse sus palabras algún día.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Lo siento.

Debería haberte escrito esto hace mucho tiempo.

Tengo que pedirte perdón.

Perdón por no saber corresponderte.

Por no saber quererte de la manera en la que tú lo haces.

Lo siento, de verdad.

Sé que unas disculpas no arreglarán mucho.

Pero a mi también me hubiera gustado recibirlas cuando me sentía como tú.

Siento tener que decepcionarte.

Y siento no poder decirte que ésto me duele casi tanto como a ti... Tal vez más.

martes, 9 de febrero de 2010

Silence.

El silencio.

El silencio lo es todo a la vez que nada. Es sonido y carencia de él. Música, y pausa. Relaja, pone nerviosa. Acompaña y hace que te sientas sola. Está, pero no está.

Defínelo si puedes.

¿Y a mi?

Silencio, dicen.

Que nunca digo nada.

En mi opinión, son ellos los que hablan demasiado.

¿Por qué esa absurda necesidad de llenar el silencio con palabras?

Si ellos no lo estropeasen todo, tal vez yo tendría más ganas de hablar.

Rara, dicen.

¿Timidez?

Ignorantes.

¿Demencia?

Tal vez...

Tengo más cosas que decir de las que piensan.

El problema vuelven a ser ellos, con sus pocas ganas de escuchar.


Por eso escribo...

Porque tengo muchos pensamientos que plasmar.

Bienvenidos a las confesiones de una demente.