martes, 9 de febrero de 2010

Silence.

El silencio.

El silencio lo es todo a la vez que nada. Es sonido y carencia de él. Música, y pausa. Relaja, pone nerviosa. Acompaña y hace que te sientas sola. Está, pero no está.

Defínelo si puedes.

¿Y a mi?

Silencio, dicen.

Que nunca digo nada.

En mi opinión, son ellos los que hablan demasiado.

¿Por qué esa absurda necesidad de llenar el silencio con palabras?

Si ellos no lo estropeasen todo, tal vez yo tendría más ganas de hablar.

Rara, dicen.

¿Timidez?

Ignorantes.

¿Demencia?

Tal vez...

Tengo más cosas que decir de las que piensan.

El problema vuelven a ser ellos, con sus pocas ganas de escuchar.


Por eso escribo...

Porque tengo muchos pensamientos que plasmar.

Bienvenidos a las confesiones de una demente.

1 comentario:

  1. Me ha encantado la presentación, me siento identificada con tus palabras. 100%

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